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zaragoza rebelde – 1975, 2000 – movimientos sociales y antagonismos

ONDA VORDE 1986-1989

Onda Vorde nace como consecuencia de unos talleres de radio que se impartieron en la Casa de Juventud del Casco Viejo de Zaragoza. En principio se hizo uno del 25 de Junio al 25 de Julio del 86. Más tarde se realizó un segundo taller de carácter permanente, del que surgió definitivamente Onda Vorde. Seis personas que participaron en el primer cursillo fueron las que, utilizando como tapadera el Taller de Radio, crearon la emisora.
En la memoria de los talleres de radio de la Casa de Juventud del Casco Viejo dicen lo siguiente de esta época: «Los jóvenes participantes han profundizado en un medio desconocido hasta ahora para ellos, dándose cuenta de la importancia de todos los medios de comunicación, y especialmente de la radio, en la sociedad actual. Es importante resaltar el enfoque hacia el Casco Viejo que se ha ido dando a través de los talleres, tanto por el empeño de los organizadores, como por la sensibilización de los participantes con los problemas que les rodean y los que atañen a este barrio».En principio se emitía los fines de semana. Su objetivo era ser una radio de barrio, se funcionaba de forma asamblearia, dependiendo económicamente de la Casa de Juventud.
Poco a poco surgieron problemas internos y Onda Vorde volvió a nacer de una forma independiente. Dejó de estar vinculada a la Casa de Juventud y, gracias a unos cuantos programas de la antigua Onda Vorde como «Radiós», «No me gusta el telediario», Alberto, Antonio C…., pudo ser ella misma, ser libre y transmitir su mensaje de libertad.
Desde una vieja buhardilla del casco antiguo, dando una fianza a la Casa de Juventud para que prestase algún material de la antigua radio (mesa de mezclas, etc), con muchas ganas de salir en antena, esta gente se va acercando y atrayendo el interés de los radicales, los utópicos, los hijos del agobio y la marginación, los ácratas… que comienzan a hacer programas. Va creciendo y consolidándose como radio libre y alternativa.
Llega la primera asamblea y se define como radio libre y alternativa, sin etiquetas de ningún tipo. Su línea será antimilitarista, anticlerical, ecologista… Se constituye en asamblea, abierta a todos los programas. En la asamblea cada programa tiene su voto. Las asambleas serán mensuales. Se busca un tesorero y un encargado de tomar las actas. Cuando tuvo lugar esta asamblea ya se había devuelto todo el material de la Casa de Juventud.
Hay diecisiete programas que, mediante cuotas mensuales, financian la emisora. Se hacen pegatinas para sacar algo de dinero y octavillas informando de la programación, con una poesía que sintetiza las ideas de Onda Vorde y sus objetivos.
Surgen los primeros problemillas internos o anécdotas, como que un día un programa tiró un vaso de bebida en la mesa de mezclas y dejó sin emitir a varios programas. Otro día, otro programa no fue a emitir porque se le murió el perro y como sólo tenían llave el primer y el último programa dejaron sin emitir a todo el mundo.
Se acude a unos encuentros libertarios con el fin de contactar e intercambiar programas e información con otras radios libres y alternativas que también van. Parece que todo funciona, para mí, es la mejor época de Onda Vorde.
Se entra en contacto con la Coordinadora de Radios Libres de Zaragoza y se les plantea sacar un panfleto contra las que se denominan libres y lo único que hacen es imitar a las radios comerciales, como Radio Ebro. Las radios libres no pretenden imitar a las comerciales. Intentan dar voz a grupos de gente marginal que de otro modo no podrían acceder a los medios de comunicación, ofrecer una información y una música alternativas, un mensaje de libertad, una denuncia de las injusticias y muchas cosas más que nada tienen que ver con las radios publicitarias que ofrecen los últimos éxitos musicales, las noticias de la EFE…
Onda Vorde sigue creciendo y van entrando nuevos programas a los que sólo se les pregunta qué van a hacer y comienzan a emitir sin ningún problema. Éste es uno de los errores que propician el posterior cierre de la emisora, ya que entra gente que no sabe la definición de esta radio, ni qué implica un funcionamiento asambleario.
Hay muchos programas que no se pasan por las asambleas, por lo cual, lo que se decide en una en la siguiente se vuelve atrás, al haber nuevas opiniones en contra de lo decidido anteriormente. Otros programas no pagan las cuotas que son necesarias para que la emisora funcione. Hay que pagar el piso, luz, agua, etc.
El día 5 de marzo Onda Vorde pone una unidad móvil en el parque Tío Jorge. Es la primera vez que una radio libre tiene unidad móvil en Zaragoza.
La emisora sigue su vida así, entre risas y problemas internos. Continúa subiendo y quemándose a la vez.
Se acuerda hacer «56 Horas Ateas», una de las gotas que casi colmó el vaso que estaba a punto de estallar internamente. Se decide en una asamblea que los programas que emitan en esas horas tienen que tener un contenido anticlerical. Esto no se cumple, hay gente que no conocía la definición y la línea de la radio y que, para colmo, se salta los acuerdos tomados en una asamblea.
Estando la radio en esta situación, nos llega la noticia del inminente cierre de emisoras por todo el estado. Decidimos coordinarnos con otras radios libres de Zaragoza de cara a una posterior lucha conjunta. En ésta época Onda Vorde mueve unos treinta o treinta y dos programas.
Se asiste a la asamblea de radios libres en la que Radio Carcoma, Canal Imperial y Radio MAI se unen a nosotros para llevar una lucha conjunta. Radio Zero dice que si nosotros estamos en la coordinadora, pasa. Se decide poner la unidad móvil en la plaza de España para informar a la gente sobre lo que está ocurriendo.
Nos llegan rumores de que en la coordinadora dicen, a nuestras espaldas, que si cierran las emisoras y se monta una entre todas, Onda Vorde queda excluida al no gustarles el tipo de radio que hacemos. Por esto decidimos no ir a la plaza de España y llevar la lucha por nuestra cuenta. Al final van dos personas por su cuenta.
La crisis interna de Onda Vorde llega a su límite; hay destrozos en cuanto al material, nadie se preocupa de limpiar el piso, la gente no acude a las asambleas y si acuden, a mitad de asamblea se van, quedando allí los de siempre, e incluso ni pagan las cuotas.
En una radio libre y alternativa como Onda Vorde sobran los parásitos que hagan su programa y no se preocupen de más. Estar en Onda Vorde implicaba una serie de compromisos, como cuidar el material y limpieza del local, participar en las asambleas y decidir todos juntos el rumbo que debía seguir, además de asumir sus principios antimilitaristas, ecologistas, anticlericales, etc.
Se planteó echar a los parásitos de la emisora, la gente tenía muchos prejuicios ante esto y, como todo seguía igual, se planteó el cierre. Sólo se expulsó a un programa «Aborto Obligatorio», que no tenía ninguna calidad, era inaudible tanto por las incoherencias que decían, como por subir tanto su tono de voz que distorsionaba y no se entendía nada, no venían a las asambleas y no pagaban las cuotas. Eran quince personas, su programa consistía en meterse en el estudio todos y comenzar a chillar todos a la vez. Hicieron caso omiso a su expulsión y siguieron emitiendo. Luego nos amenazaron con destrozar el equipo.
El dueño del piso había recibido quejas y nos iba a echar. Ante todo esto, la situación interna, amenazas y lo del dueño del piso, cerramos la emisora.
A los dos días del cierre, al ir al piso nos encontramos con que habían estado allí los chicos de «Aborto Obligatorio» y habían destrozado lo que quedaba. Menos mal que el equipo de emisión ya no estaba allí porque si no lo destrozan.
El cierre no es definitivo, pensamos volver a abrir con la gente que se preocupa por la emisora. Nos enfrentamos con el eterno problema de las radios libres, encontrar una buhardilla o ático que reúna las condiciones adecuadas. Si sabéis de alguno podéis escribir al apartado de correos 2191 de Zaragoza.
Sería muy triste que una idea tan sana como Onda Vorde muriese por falta de apoyo. Es una pena que hayamos tenido que autocerrarnos. Volveremos muy pronto con todos nuestros amigos/as.
Aquí termina la historia de Onda Vorde, por ahora .

(Este texto es la trascripción de la pequeña historia manuscrita de Onda Vorde  que elaboró una compañera, Susana, en el otoño de 1988 después del autocierre de la emisora y cuando se estaba proyectando la segunda etapa de la misma. A modo de epílogo añadiremos que en enero de 1989 se reanudan las emisiones desde un piso de la calle Rincón. El día 10 de febrero, a las 23 horas, una casualidad lleva a la Unidad de Vigilancia Especial (UVE), a encontrar los estudios de Onda Vorde. Pese a no existir denuncia ni procedimiento sancionador abierto, la emisora es desmantelada, siendo detenidos los compañeros/as que en ese momento se encontraban en los estudios. Unos días más tarde también se detuvo a  las personas que realizaban la pegada de carteles de protesta.
Pese a que la ilegalidad de la clausura trascendió mediáticamente e incluso llegó al Pleno Municipal del Ayuntamiento, el equipo no se recuperó y el proyecto de Onda Vorde quedó definitivamente desmantelado.)

Susana