ETERNA PRIMAVERA. DE PADRES HIPPYS, HIJOS PUNKIS
A mediados de los ochenta, en Zaragoza, los movimientos sociales, sindical, vecinal y el feminista eran los únicos y no se encontraban con muy buena salud; el triunfo del PSOE en 1982 parecia que colmaba muchas de sus aspiraciones y estaban a la baja. Pero cuando Felipe González incumple, entre otras, su promesa de no entrar en la OTAN, parece que resurge parte de ese inconformismo dormido y resignado, nacido del engaño.
La campaña anti-OTAN fue mi escuela y la de muchos jovenes como nosotros. De esas movilizaciones, multitudinarias, surgieron una serie de movimentos nuevos a lo que se incorporó gente joven; los que estabamos en edad militar nos opusimos a la mili obligatoria a traves de la objección de conciencia y comenzaría otra batalla, la insumisión; los demas movimientos sociales tambien se refrescaron. Fuimos miles los que marchamos contra la base americana de Zaragoza, parecía que ganaríamos el referéndum, pero el batacazo fue terrible, aunque eso si, muy instructivo, sobre todo para los pipiolos que no conocíamos este tipo de acontecimientos, y nos hizo fuertes.
Un mes despues del referéndum, y todavía con el cabreo de unos y la desolación de otros, surge la chispa: EEUU bombardea Libia la madrugada del 15 de abril, por supuesto con la colaboración de España, y en el instituto en el que yo estudiaba (Mixto-4, en San Vicente de Paúl), sensibilizados en la lucha antimilitarista, decidimos alzar nuestra voz de protesta y convocamos a una concentración a las puertas ese mismo día, a la hora del almuerzo. Cual fue nuestra sorpresa cuando todo el mundo se sumó a la iniciativa y fue tal el mogollón que decidimos cortar el tráfico alli mismo (el personal tenía ganas de expresar su cabreo), hasta el punto que vino la policía municipal, que no consiguió que desistieramos en nuestra actitud. Del medio de la calle no se movía nadie. Seguidamente apareció la madera y con estos empezó la fiesta. Resultado: carreras y dos detenidos, que más tarde y con la cosa más calmada fueron puestos en libertad.
Pero es aquí, por lo menos en mi caso, cuando nos damos cuenta de que había posibilidades de articular un colectivo de estudiantes que se interesara por algo más, queríamos participar en los asuntos que nos atañían y construir nuestro futuro.
La lucha estaba en el Consejo Escolar; era la primera vez que se elegía y queriamos mostrar nuestra fuerza, eramos unos pocos en torno a una afinidad: la rebeldía.
Nos trabajamos una pequeña campaña, hablamos con los progres de cada colectivo y conseguimos la mayoría de los representantes, no sólo entre los estudiantes sino tambien en padres, profesores y personal laboral, controlabamos el instituto. Elegimos como director al ilustre sr. Borderías, fue la guinda de nuestro pastel. Luego, la verdad es que el estar en el Consejo Escolar no nos sirvió como herramienta para la lucha que se avecinaba, pero sí como ejercicio de autoestima de ese pequeño colectivo con pretensiones utópicas.
Y llegaron las convocatorias de Huelga General en las Enseñanzas Medias (EEMM) a nivel estatal, el 4 y el 17 de diciembre, por parte del Sindicato de Estudiantes (SE). En los dias previos vinieron al insti, repartieron propaganda y hablamos con ellos. Pero sus dirigentes no eran de las EEMM y eso creo que fue determinante para que decidiéramos unirnos a su lucha, pero desde otra perspectiva: queríamos ser nosotros mismos lo que discutiéramos y decidiéramos las reivindicaciones. Rápidamente intentamos hablar con otros instis y así formar una Coordinadora de EEMM en Zaragoza. El Mixto-4 fue el centro de operaciones y decisiones. Contabamos con el beneplácito de algunos profesores, personal laboral…, fotocopiadora, teléfono, local, material… Como teníamos cierta experiencia en movilizaciones (Campaña Anti-OTAN), conseguimos la huelga en muchos centros (no todos) y nos presentamos en la mani del día 4 de diciembre como sabíamos, con pancarta de la Coordinadora y de cada centro, con megáfono, consignas y unas ganas tremendas.
La mani era unitaria pero nacía dividida, por un lado el SE, con bastante aparato de propaganda, disciplinado y cobertura estatal, y detrás la banda de Pancho Villa, oséase la Coordinadora. Una mani elegante, divertida, con miles de estudiantes. Y surgieron más contactos con otros centros, las asambleas de estudiantes en los centros se multiplicaron, el curso estaba encendido, la Universidad se unió con sus reividicaciones. En el Mixto-4 hicimos un encierro de varios días; de esta experiencia aprendimos la capacidad de trabajo del personal cuando quiere, tremendo.
Las noticias que nos llegaban era que el SE asi como otras organizaciones llegaban a acuerdos con la administración central en Madrid, eran maniobras de desmovilización y como tales tuvieron su éxito.
Se vivian distintas realidades nacionales, tanto Euskadi como Catalunya llevaban dinámicas diferenciadas, las distintas fechas de huelgas y manifestaciones se sucedieron; sería muy dificil ya el convocar huelgas estatales, pero el ambiente de asociacionismo creado, los colectivos, así como las experiencias asamblearias hicieron cambiar el chip a muchos de aquellos jóvenes y éramos una generación numerosa, la «quinta del beybybum».
La Universidad consolidó unos cuantos colectivos alternativos de izquierda en las diferentes facultades que tuvieron un proceso interesante de participación, no sólo en cuestiones de la propia universidad, sino en feminismo, solidaridad, antirrepresión, antimilitarismo, ecologismo…
Moisés Falo