BIBLIOTECA FRIDA KAHLO
Recuerdo la cara de Frida Kahlo: cejijunta y bigotuda. A color. En un carné de socio de su propia biblioteca: la Biblioteca Frida Kahlo. Como tantos otros proyectos germinados en el Arrebato, ya teníamos los carnés pero no la biblioteca, ni siquiera las personas que la iban a dinamizar y a ayudar a nacer.
En esa época llegué yo al Arrebato. Era septiembre de 2000. En Heraldo de Aragón había leído por la mañana una noticia que me resultó curiosa. En las páginas de «cultura» se decía que el equipo de Documentos TV iba a grabar un concierto en la Sala Arrebato. TVE estaba preparando un reportaje sobre formas autogestionadas de vivir la música y los Nevergood eran un grupo que promovía una manera distinta de disfrutarla. Leer mas…