La Guerra de Bosnia es el conflicto internacional en Bosnia-Herzegovina de abril de 1992 a diciembre de 1995, que causó aproximadamente doscientas cincuenta mil víctimas y dos millones de desplazados, originada por una compleja combinación de factores; enmarcada en la reconfiguración de élites gobernantes en los territorios del este de Europa, el nuevo reparto de esos mercados que siguieron al denominado «final de la guerra fría», y la desintegración de la antigua Yugoslavia como potencia regional en beneficio de Alemania y los Estados Unidos de Norteamérica.

Tras la experiencia de la Primera Guerra del Golfo (1991), este conflicto pertenece a la categoría de «guerras mediáticas», en el que las empresas que monopolizan la distribución de la información a nivel mundial, con su intrincada red de intereses y relaciones económicas y políticas y, en función precisamente de estos intereses, focalizan el punto de vista informativo que luego siguen la gran mayoría de medios locales

Así, la información, y consecuentemente, la opinión pública mundial, osciló desde una inicial dejadez absoluta, catalogando a esta guerra como «conflicto regional», hasta la política final de bombardeos de la OTAN que luego se aplicará, perfeccionada, en 1999 en Yugoslavia.

A este respecto, conviene recordar que fue una noticia, convenientemente instrumentalizada, la que se utilizó para balancear a la opinión pública a favor de la intervención armada. Se trata de la explosión de una bomba en la plaza del mercado, en Sarajevo, en el mes de agosto de 1995: menos de una hora después del evento, un funcionario bosnio, en una entrevista transmitida por la CNN, informó que la ONU poseía evidencias definitivas de que los serbios fueron los responsables del acto terrorista. Este informe ejerció gran influencia en la decisión tomada por la OTAN de realizar una misión de bombardeo contra los serbios. Sin embargo, las investigaciones posteriores plantearon graves dudas respecto a quién la perpetró. Pero los medios de comunicación ya habían cumplido su función.

Es en esta complicada coyuntura cuando, en Zaragoza, se configura la Plataforma Paz Para Bosnia ¡Ya! durante el año 1995 hasta que la firma de Paz de Dayton puso fin formal a esta guerra (en diciembre de ese año). Nace como una plataforma de personas y organizaciones, abierta y plural, que convocó concentraciones semanales en la plaza de España, en las que se leían textos y documentos informativos, y se exigían soluciones políticas pacíficas para este conflicto. Tuvo alguna presencia en los medios de comunicación locales, generalmente cuando alguna masacre o matanza (como la del mercado de Sarajevo de agosto) convertía al conflicto en primera plana informativa, y también porque fue una movilización que no se generalizó en otras localidades.

José María Ballestín Miguel