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zaragoza rebelde – 1975, 2000 – movimientos sociales y antagonismos

LA COORDINADORA MAS ALLÁ DEL TERCER CINTURÓN

Al mantener una asamblea todos los miércoles durante todo el año, la Coordinadora contra el Tercer Cinturón, integrada por miembros de las tres asociaciones de vecinos (Torrero, Venecia, La Paz), personas del barrio y gente en general, pasó a ser la organizadora de todos los eventos públicos de las agrupaciones que la integrábamos y comenzamos a adentrarnos en todos los temas que éramos capaces de seguir o de dar algún tipo de respuesta.

Nos inventamos, para empezar, la “República Independiente de Torrero” que dio unas señas de identidad al barrio increíbles. Fue una idea genial . A través de ella, pisando un campo medio legal, medio ilegal, nos solidarizamos con causas tan dispares como la lucha antitrasvase, la zapatista, los Solidarios de Itoiz, la Paz (vino Alemani al acto), contra Pinochet, etc. Por cierto que el primer acto de la República Independiente fue espectacular pues en la plaza de las Canteras, instalación de una gran bandera republicana incluída, se oyeron a todo volumen los tres himnos que más le gustan a la derecha reaccionaria, me refiero al “Himno de Riego”, “La Internacional” y “A las Barricadas”. Ese día, concretamente un 28 de Diciembre (lo elegimos a propósito), los vecinos alucinaban. Nombramos presidente de la nueva República al Cantero -una escultura  instalada en la plaza como recuerdo al pasado del barrio- por no equivocarse nunca (es evidente, pues es de piedra) y lo vestimos con frac, sombrero de copa y una banda con los colores republicanos. Se leyó un manifiesto crítico, muy mordaz, alternativo, con varios puntos a modo de constitución. Después se eligieron los primeros embajadores para todo el mundo mundial. Como siempre e ntencionadamente, lo lúdico acompañaba la crítica y la protesta. Una vez desaparecida la Coordinadora, la continuación de este acto se ha vuelto más recordatoria de los valores republicanos de los años treinta desviándose así de los objetivos que la originaron.

La hoguera de San Antón, que tradicionalmente realizaba Venecia, fue un escenario “reinventado” al otorgar las “Llaves de la República” y el “Mostrenco del año”, premios que concedía la Coordinadora, a lo positivo y negativo. Las Llaves se dieron a dos libertarios del barrio (muy emotivo), a Carmen Magallón, a Cano y Charo Pérez, etc. De lo segundo, la CHE (concretamente Pérez Anadón) fue la primera en recibir la hucha en forma de “tocino de cerámica”… hubo muchos otros.

En la Paz se organizó la Hoguera del Solsticio de Verano (la de San Juan) donde alguna vez quemábamos “en efigie” (así lo denominaba el “santo” tribunal de la inquisición) a la figura política que se había “desmadrado” especialmente, como le ocurrió al bueno de García Atance (concejal del PP).
Colaboramos con dinero y con pegada de carteles y visitando a los huelguistas de Donuts. Ellos decidieron elegir nuestro cartel para hacer miles de ellos y pegarlos por toda Zaragoza.
Junto a los del “no” a la cárcel de Zuera, ecologistas e insumisos se formó la “Plataforma por la participación ciudadana” que desembocó en otra manifestación de varios miles de personas en el centro de la ciudad exigiendo precisamente participación, o sea, democracia; actos en favor de los insumisos alrededor de la cárcel de Torrero con la puesta de cientos de velas en la fachada del edificio, sobre todo cuando sucedió algo terrible, la muerte de Mur Zubillaga en la misma prisión; fuimos promotores de la Plataforma contra la impunidad (por el enjuiciamiento de Pinochet), de donde surgieron varios actos de protesta en el centro de la ciudad, como la de poner cruces en la zona ajardinada de la plaza Aragón… y muchas acciones más.

No me quiero dejar una lucha que ganamos y fue evitar el esponjamiento de la calle San Marcial. Se pretendía hacerla desaparecer  para crear una vía urbana más ancha, los vecinos se opusieron y la Coordinadora echó toda la carne en el asador. En la FABZ se citaron a los alcaldables, estábamos en plena campaña electoral y los representantes de los partidos que estaban a favor recibieron unas críticas feroces, fortísimas, así que, cuando salió Atarés de alcalde no se continuó con el proyecto. Y aquí me paro, pues hubo muchos más.

Como ya he indicado antes, ciertos actos abren nuevos caminos para seguir profundizando, así nombrar embajadores de la República a Víctor Frago y José Luis Martínez por su protesta ante la embajada mejicana en Madrid, dio paso a un hermanamiento con un pueblo de Chiapas y a varias cenas solidarias para recaudar fondos y mandarlos allí. La primera entrega la hizo en mano el compañero Maicas y como “recibí” guardamos una hoja de papel cuadriculado con un texto escrito a mano y la firma del responsable chiapaneco.

Insumisos, cárcel de Zuera (estuvimos con los encerrados), lucha antiglobalización (manifestación, pintada recordando a Basanta en las paredes de la cárcel de Torrero, “desaparición” del monumento a la Legión…) son algunas muestras de nuestra incursión en muchos otros asuntos.

Como veis, lo que de inicio fue un tema de urbanismo y medio ambiente desembocó en una toma de conciencia y en adoptar posturas divergentes y muy críticas con las oficiales. Escritos, panfletos, revistas, manifiestos, valoraciones, etc, salpicaron al barrio con nuestra manera de ver las cosas y, además, nos comprometíamos con algún acto público. Aunque no dejara de ser meramente simbólico, la utopía es posible, éramos los defensores de las causas perdidas, pero nobles y justas.

Este espíritu nos llevó a apoyar a los habitantes de Santa Liestra en su lucha contra el embalse. Previamente habíamos nombrado embajadora de la República a María, una mujer de setenta y tantos años acusada de “dejar fuera de combate” a tres madelmanes de la guardia civil rural, de lo cual fue juzgada y multada en una cuantía de quince mil pesetas, algo verdaderamente vergonzoso. De todo esto surgió una comida en el pueblo, subimos alrededor de treinta personas desde Torrero, y  unas plantaciones simbólicas de hermanamiento tanto en Santa Liestra como en Torrero (teóricamente el árbol se debería haber plantado en el parque de la Paz).
Las ideas iban fluyendo continuamente -a veces era necesario elegir entre varias opciones- y, sobre todo, las concebíamos para reivindicar, pero también para pasarlo bien, para crear comunidad. Reflexión y acción eran las dos caras de la reivindicación y del lado lúdico, de la argumentación y de la postura desafiante. Para que los actos llegaran a buen puerto había que trabajarlos, pensarlos bien, para lo cual había compañeros como Juancho, un artista en trabajar maquetas de madera o con el ordenador, como Vicente siempre dispuesto a echar una mano, lo mismo que Maru, Arsenio, los Gemelos, María y un montón más, imposible de reflejar aquí.

Las Bajadas del Canal pronto fueron también asumidas por la Coordinadora, con una reivindicación continuada en transformar ese cauce de agua en un Parque Lineal que vertebrara todo el sur de Zaragoza. Han participado y siguen en ello miles de personas, hasta tres generaciones se han dado la mano en Torrero con este acto. Conseguimos arrancar por unanimidad en un pleno municipal siendo alcalde Treviño la formación de una Comisión de Seguimiento, a propósito de un borrador que elaboró principalmente el compañero Mariano Mérida y que presentamos en dicho pleno. La propuesta contenía las bases programáticas para un Plan Especial del Canal, en la comisión citada, que debería servir para ir ejecutando dicho Plan. Allí nos veíamos representantes de los usuarios del Canal, de CHE, del ayuntamiento, de la DGA, ecologistas y nosotros, los de la Coordinadora, en representación de los vecinos de Torrero. Esta comisión que debería haber significado una referencia en cuanto a participación vecinal y democrática no fue tal; se convocó en muy contadas ocasiones, las instituciones “no se creyeron” lo que había aprobado el pleno municipal y las reuniones habidas no estuvieron exentas de mucha tirantez y malestar por algunos de los representantes de los organismos oficiales. Pero también hubo su lado bueno: se tuvieron que oír cosas duras en relación con su proceder autoritario, por no admitir propuestas ecologistas o vecinales… Ingenieros, arquitectos, no estaban acostumbrados a esa dinámica. A la postre creo que nuestra visión de las cosas se está plasmando en las obras que se llevan a cabo en el Canal desde hace varios años, pero la comisión no funcionó porque no hubo voluntad política de que así fuera, desperdiciando una oportunidad única. La Bajada del Canal sigue constituyendo en una de las señas de identidad del barrio.

En relación con el Canal efectuamos tres bajadas en bici desde el Bocal hasta Zaragoza llamando la atención sobre la barbaridad que se estaba haciendo en su cauce y en las orillas; y en Gallur, que por entonces estaba en plena lucha contra la instalación de una incineradora, se nos dejó el micrófono de la emisora Radio Alborada donde nos solidarizamos con su reivindicación. Los vecinos llegaron a sacarnos dulces.

Chema Gregorio