INTERVENCIONES 3. El murete del tercer cinturón
A mediados de los ochenta, Zaragoza estaba como ahora: llena de obras. González Triviño y García Nieto no paraban de inaugurar cosas. Y en todas dejaban su firma: un murete con una placa conmemorativa en la que se indicaba que aquella calle o aquella plaza habían sido remozadas bajo su mandato.
Uno de sus proyectos más importantes fue el del Tercer Cinturón. Algunos vecinos de Torrero nos movilizamos para que el trazado no pasase por los Pinares de Venecia. A mí se me ocurrió levantar un murete junto al Canal, en el idílico punto por el que el Cinturón entraría en los Pinares. En el murete habría un rótulo: “Por aquí quiere joder los Pinares de Venecia el Ayuntamiento de Zaragoza, siendo alcalde de la Ciudad don Antonio González Triviño y teniente de alcalde, don Luis García Nieto”. Eso, sí, escrito en azulejos para que hiciera pendant con los pocos bancos modernistas que quedaban en la otra orilla (ya desaparecidos).
Propuse el proyecto a la Asociación de Vecinos. Sólo me pusieron un pero: el emplazamiento. Junto al Canal lo iba a ver poca gente. Mejor ponerlo frente al Stadium Venecia (donde, por cierto, no había pinos). Democráticamente acepté el traslado y, aunque había perdido todo sentido, rotulé el texto en azulejos y lo cocí en el taller de Cerámica de la Escuela de Artes (a punto de desaparecer).
Los compañeros de la Asociación levantaron el murete demasiado grande. Tras el alicatado, llenaron los huecos que quedaban con unos brochazos de Titán-Lux que pretendían ser motivos ornamentales. Yo había soñado que mi proyecto tuviera el refinado aspecto de las obras de Ian Hamilton Finlay. No pudo ser.
De todas formas, como el murete se levantó en un aparcamiento, los coches impidieron que tuviese demasiada audiencia.
El Tercer Cinturón se lo llevó por delante.
José Luis Cano