ACTITUDES CULTURALES Y PLÁSTICAS
Las decisiones personales de algunos artistas plásticos, incluso al muy escaso tiempo de acabar la Guerra Civil, en 1939, en el sentido de una obra personal fuera de los circuitos oficiales y el compromiso ético, por simplificar, son clave radical para entender el posterior nacimiento de actitudes culturales, siempre con artistas plásticos en su entorno, que se reflejan mediante asociaciones y asambleas como énfasis por un cambio sustancial. Todo ello pensando en Zaragoza.
Si el dictador fallece en 1975 y la transición política comienza en 1976, muy pronto, a finales de 1977, nace la Asamblea de Cultura de Zaragoza, cuyo precedente es la I Semana Cultural Aragonesa, en 1973, y el posterior Seminario de Estudios Aragoneses, teniendo como aglutinante la exposición del futuro Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende, inaugurada en octubre de 1977. Su función, es «servir de guía, de muestra, de distintas formas de acción cultural accesibles en nuestra región. Reseñar las características de artistas, colectivos culturales, etc., para facilitar la vinculación entre su tarea y las necesidades y los intereses culturales de nuestro pueblo…». Otras áreas son: el discoforum, para unir la palabra con la música grabada mediante grupos musicales y cantantes, compañías de teatro y actividades sobre artes plásticas.
En lo que respecta a las artes plásticas buscan su presencia por ciudades y pueblos a través de infraestructuras tipo Casa de Cultura. Su intención es potenciar los criterios de cada población dentro de ciclos definidos, pero siempre complementarios con aportaciones externas. Tenemos, por tanto, exposiciones, proyección de diapositivas, charlas coloquio, etc., con énfasis en lo informativo y lo didáctico, así como actividades exteriores tipo pintura infantil, murales, lo plástico al servicio de las fiestas populares y cursillos.
El número de personas involucradas con la Asamblea fue muy considerable: actores, cantantes, profesores, poetas, sociólogos, directores de teatro o periodistas, pero aquí se citan aquéllas relacionadas con las artes plásticas. Son: Sergio Abraín, Gonzalo M. Borrás Gualis, José Luis Cano, Enrique L. Carbó, Carmen Estella, Santiago Lagunas, Rosa Labordeta, José Luis Lasala, María Isabel Lorén Ros, Enrique Larroy, Ángel Orensanz, Manuel Pérez-Lizano, Paco Rallo, Alfredo Romero Santamaría y Alberto Sánchez Millán. Los citados, e incluyendo a los no citados, eran del Movimiento Comunista, del Partido Comunista, del Partido Socialista Aragonés e independientes. Todos con dos puntos en común: el rechazo de la dictadura, por entonces desaparecida, y el afán por una cultura lejos del criterio oficial.
En una publicación de la Asamblea de Cultura de Zaragoza figura el Colectivo de Artistas Plásticos de Zaragoza, que sigue los criterios ideológicos sugeridos. Su gestación parte de una pintada colectiva en el cuartel de Castillejos durante el verano de 1975 y sus actividades concluyen en 1979. Como consecuencia nace la Asamblea Permanente de Artistas Plásticos, con 58 artistas, y por decantación el Colectivo Plástico de Zaragoza, integrado por los artistas Sergio Abraín, José Luis Cano, Rubén Enciso, Carmen Estella, Enrique Larroy, Eduardo Salavera, José Luis Tomás y Mariano Viejo.
El Colectivo, para que se conozcan sus objetivos, imprime un amplio texto, que, muy sintetizado, afirma:
«El Colectivo, además, abandona no sólo los circuitos habituales de exhibición, sino también las formas tradicionales de cuadro y escultura y opta por otros medios de más amplia difusión (el cartel, el mural, el tebeo…) o bien por formas distintas de soporte, intentando recuperar medios de expresión populares (por ejemplo, los gigantes y cabezudos). El CPZ está abierto, también, a todo cuanto suponga investigación en el campo plástico. Pensamos que no se trata, en principio, de hacer el arte comprensible o accesible a la gente de una u otra forma, sino de desvelar los mecanismos que impiden el acceso de las clases populares a ese mundo, del arte o de la cultura, y quién y por qué los maneja.»
En este sincero afán asociativo y de reivindicación gremial vinculado a las artes plásticas nace en Zaragoza, año 1978, la Asociación de Artistas Plásticos «Goya-Aragón», cuyos precedentes son la publicación en Zaragoza del Catálogo de Artistas Agrupados Ansiba, en 1973, y la corriente española para crear el Colegio Nacional de Artistas Plásticos, con un anteproyecto aprobado en Madrid, en abril de 1976. En sus inicios figuran como promotores Jesús Buisán, pintor, José Ángel de Andrés González, galerista, Carmelo Méndiz, pintor, Rafael Pérez Melón, pintor, María Antonia Orús, pintora, Rafael Ochoa Fernández y Carmelo Ramos Rebullida, pintor. Muy pronto se redactan los estatutos provisionales, en colaboración con Miguel Cabré Cazcarra y Enrique López Ascaso. Durante este período, siendo presidente Jesús Buisán hasta febrero de 1981, la Asociación solicita al Ministerio de Cultura la «firma de un Convenio Cultural entre nuestra entidad y el citado Ministerio». Estamos ante los primeros pasos.
Bajo la presidencia de Francisco Rallo Lahoz, 1981-1991, se sientan las bases de la actual Asociación de Artistas Plásticos «Goya-Aragón», razón para centrarnos en este período dentro de una síntesis enfocada hacia diferentes temas. Se arrienda una habitación como oficina y se funda una biblioteca para asociados. Cabe destacar la defensa de La Lonja como espacio cultural o el estudio titulado «Aproximación al contexto socio-económico del artista plástico en Aragón», sobre la compleja y difícil situación del artista.
En una entrevista de 1985, Francisco Rallo y Juan Carlos Laporta, presidente y vicepresidente, afirman:
«Nos interesa que las instituciones, en este caso las aragonesas, tengan en cuenta a los artistas a la hora de planear acciones que tienen que ver con la cultura en general y con las artes plásticas en particular. De hecho se ha conseguido, ya que algunas instituciones nos llaman y estamos presentes en juntas y comisiones».
Pero antes, en 1983, la Asociación presenta un informe al Ayuntamiento de Zaragoza titulado Plan de Propuestas que la Asociación Profesional de Artistas Plásticos (APAP) presenta a la Consideración del Excelentísimo Ayuntamiento de Zaragoza. El informe, en síntesis, plantea los siguientes aspectos:
«1-Oferta global de participación: 1.0- Animación cultural ciudadana con exposiciones, publicaciones, divulgación, cine, promoción de obras y presupuestos asignados sobre adquisiciones de obras. 1.1- Presencia de la APAP con espacios, exposiciones, partidas del 1 al 3% sobre el valor del presupuesto, talleres en colegios como actividades extraescolares y talleres estudio en la Universidad Popular. 2- De la APAP operativa de mínimos: Necesidad y sentido de colaboración, debilidad económica de la APAP, ubicación y propuesta abierta.»
A resaltar la constante defensa de una Facultad de Bellas Artes y del 1 al 3% para el artista en obras públicas, lo cual es contestado por el Ayuntamiento de Zaragoza al indicar, con fecha 31 de enero de 1984, lo siguiente:
«Por acuerdo del Excmo. Ayuntamiento Pleno de fecha 15 de marzo de 1983, se acordó aprobar las bases del 1% al 3% con destino a la realización de trabajos artísticos de los proyectos de obras municipales, las cuales se adjuntan a este escrito.»
En dicha línea cabe recordar que la Asociación participa en el 1er Congreso Estatal de Artistas Plásticos, días 17 a 19 de junio de 1988, con la entrega de un impecable estudio titulado Incentivos Fiscales a la Inversión de Obras de Arte de Autores Vivos.
Dentro del período de Francisco Rallo Lahoz también destaca la reunión de la Confederación Sindical de Artistas Plásticos, que se celebra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, el 7 de julio de 1990. Asisten los representantes de Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, País Vasco y Madrid. Entre otros asuntos de interés figura el siguiente punto:
«Se apoya, como se decidió en anteriores reuniones, el trabajo para la constitución de Visual, Sociedad de Gestión de Derechos de Autor en Artes Plásticas, e intentar informar al máximo de artistas plásticos. Durante los tres primeros años de funcionamiento de Visual se repartirá el 65 % de los ingresos por explotación o segundas ventas a los autores socios de Visual, pero se quiere llegar a un reparto del 75%, que sería el mayor en Europa.»
El Ayuntamiento de Zaragoza programa el Encuentro de Artistas Plásticos, que se celebra en el Balneario de Panticosa (Huesca), del 2 al 6 de julio de 1984. Asisten representantes del Ayuntamiento de Zaragoza, de Ibercaja, galeristas, de la Asociación de Fotógrafos y de la Asociación de Artistas Plásticos «Goya-Aragón». Las diversas conversaciones se centraron en cinco temas:
1-Panorama actual de los grupos, tendencias y movimientos artísticos en Aragón. 2- Problemática socio-económica de los artistas aragoneses. 3- Posibilidades y propuestas de un mercado estable para las artes y los artistas aragoneses. 4- Las artes y los artistas en relación con las instituciones. 5- Puesta en común mirando al futuro.
Lo más importante se desarrolla en dos apartados que comprenden quince puntos, de los que destacan, por ejemplo, la creación de una facultad de Bellas Artes y de un museo de Arte Contemporáneo en Aragón, la presencia aragonesa en los certámenes nacionales, la celebración en Aragón de ferias y certámenes, la creación de una revista de arte aragonés, la publicación de monografías, la necesidad de un centro de restauración, vinculado o no a los museos, el ya famoso 1 al 3%, una específica política de compras vinculada a los artistas vivos y el emplazamiento de esculturas o montajes escultóricos, al menos una vez al año.
Aunque algo lejos de los temas hasta ahora desarrollados, cabe abordar muy en síntesis los conflictos de artistas con organismos oficiales. Abordaje como simple cita, nunca como desarrollo total y sus conclusiones, pues nos saldríamos del espacio para la presente publicación. Veamos. En 1991, conflicto entre el pintor Pedro Bericat y la Escuela de Arte de Zaragoza, con Jaime Ángel Cañellas como director del centro y Pascual Blanco como director de la Sala de Exposiciones. La clave, al parecer, está en el catálogo, que tenía en la cubierta el escudo español de la dictadura y el lugar de la exposición, así como unas frases en el prólogo que la Escuela de Arte consideraba ofensivas sin justificación. El artista decide no montar su obra.
Los tres restantes sucesos fueron más graves, por los juicios. El escultor Alejandro Molina se presenta, en 1989, al concurso para seleccionar el Monumento a la Constitución de 1978. Cuando recoge la maqueta observa que «está gravemente afectada por los daños causados a la misma, que en la práctica, han supuesto la destrucción de la idea originaria», por lo que solicita al Ayuntamiento de Zaragoza una indemnización de diez mil euros. El Tribunal Supremo otorgó la razón al artista.
Caso entre el escultor Ricardo Calero y el Ayuntamiento de Zaragoza, que transcurre desde el 9 de mayo de 1991, fecha en la que Ricardo Calero presenta una querella contra el Ayuntamiento de Zaragoza, y octubre de 1994, fecha en al que un juez dictamina a favor del escultor. Motivo: desaparición de siete fotografías que formaban parte de la instalación dentro de la exposición colectiva Saturnus, inaugurada en Toulouse y con posterioridad exhibida en Zaragoza y ciudad protagonista del juicio. El asunto tuvo gran repercusión, quizá exagerada.
Y, para concluir, caso entre los pintores Manuel Marteles y Jesús Solanas y la Universidad de Zaragoza, que nace con la exposición de ambos titulada La Enciclopedia Universal / El Retablo Universal e inaugurada en el Paraninfo de la Universidad el 21 de abril de 1994, bajo la organización del Vicerrectorado de Extensión Universitaria, con Manuel García Guatas como Vicerrector de la Universidad. Exposición muy pensada que configuraba una unidad inseparable y representaba el trabajo conjunto de ambos artistas durante un año, razón por la que las obras fueran firmadas por ambos y que no se diferenciara, salvo alguna forma específica, qué correspondía a uno u otro pintor. Tema primordial: un maravilloso erotismo repleto de color como punto de provocación, como consecuencia de una investigación formal, técnica y temática desde parámetros rabiosamente creativos.
Sucesos: desaparece el cuadro Escena Doméstica Llena de Ternura, se mutila otro y, una vez inaugurada la exposición, se traslada otro sin autorización de los pintores. Dicho traslado, con seguridad, es la causa definitiva, un ¡ya basta! para la posterior demanda. Cuadro, de cuatro por seis metros, con muy marcado protagonismo, puesto que, con la evidente intención de sorprender al visitante, se ajustaba al vano principal con arco situado al final de las escaleras de la segunda planta. Tras un informe pericial nuestro y la correspondiente demanda, el juicio fue favorable a los artistas.
Manuel Pérez-Lizano