Ha pasado el tiempo, entramos en años, envejeciendo físicamente, aunque para mí, un rebelde nunca envejece, sigue siéndolo hasta el día que deje su hueco a otro ser en la tierra. Con el tiempo nos vamos acomodando en nuestras historias, bien en soledad, bien en compañía de la familia que hemos formado, buscándonos la vida como buenamente podemos para llegar a fin de mes, pero a pesar de todo seguimos retorciéndonos en nuestro sofá mientras asistimos al bombardeo informativo que cada vez nos abruma más y más con guerras, conflictos y el deterioro del medio ambiente, que asolan la mayor parte del mundo. Los insumisos y el fantástico movimiento que caminó con nosotros nos levantamos y luchamos contra todo esto, como antes habían hecho otros en 1909 y 1936 por poner dos ejemplos; luchamos contra la mayor expresión de lo que en el país que hemos nacido representa a ese mundo injusto que no nos gusta y en el que nos ha tocado vivir, la casta del ejército español. Un ejército todopoderoso, garante de los privilegios de los de siempre, del orden socioeconómico y de la territorialidad del intocable estado español. Leer mas…